Casi la misma historia del fútbol
|
Considerado por muchos entre los padres de esta disciplina en el ámbito local, asegura que esta es la segunda vez que accede a un intercambio tan extenso.
|
|
La Habana (16 may).- CUANDO dio sus primeras patadas a un balón de papel en la Plaza Vieja del centro histórico de la capital no imaginó que sería el inicio de una extensa y exitosa carrera en dos etapas dedicadas al deporte más hermoso del mundo.
Siempre en su país este habanero, primero jugador y luego entrenador, metodólogo y activista hace 15 años, ha sido partícipe de la mayor y mejor parte de la historia del fútbol cubano.
Cada día acude a la Escuela Nacional Mario López, que define «una institución de sueño para muchas generaciones de jugadores que los de hoy pueden disfrutar para sus entrenamientos».
JIT había intentado el diálogo en varias ocasiones, pero quedó postergado por su poca disposición de siempre a aparecer en la prensa, aunque sea como ganador.
Sergio Padrón, considerado por muchos entre los padres de esta disciplina en el ámbito local, asegura que esta es la segunda vez que accede a un intercambio tan extenso, con opiniones sobre algo que es parte de su vida.
Así transcurrió la conversación con el único cubano poseedor de la medalla Centenario de la FIFA.
¿El inicio cómo fue?
La Plaza, mi barrio, era muy futbolística. De allí salió el club San Francisco, con el que llegué a ser campeón, pero mi primer equipo fue España con que debuté en 1949 en la categoría júnior o juvenil.
Comencé de delantero, luego jugué de defensa y terminé en la posición que considero ideal para mí, la de mediocampista, dadas las características de organizador.
En el año 1955 participé en la primera división con el club de mis amores, San Francisco, una selección con que ganamos varios campeonatos.
En esa época trabajaba en un taller de mecánica, y como la mayoría de los jugadores éramos asociados a los clubes por los que competíamos, había que aportar y pagar para ser miembro de ellos.
¿En esos años participaste en algún evento internacional?
Sí, en 1955 y 1957 asistí a campeonatos centroamericanos y del Caribe en Honduras y Curazao, respectivamente.
¿Y el paso al deporte revolucionario cómo trascurrió?
Bueno, como todos. Primero llegaron los eventos por municipios, regiones y provinciales. En mi caso con Luyanó, Lawton, Habana e Industriales hasta 1965.
Con equipos Cuba en ese período recuerdo por ejemplo el primer torneo de CONCACAF en 1961, la discusión de la Copa de Campeones del Caribe con Industriales, cuando le ganamos en 1965 al YMCA de Jamaica y las eliminatorias de la Copa Mundial de 1966.
¿Cuándo entrenador?
En ese último año, en la EIDE de La Habana, primero con muchachos menores de 13 y después con los de 16, y contribuí a formar a varios atletas valiosos como Carlos Loredo.
Hice un curso de superación bajo la dirección del húngaro Karoly Kosa y después con el coreano Kim Yong Ha, que para mí ha sido el mejor de los técnicos extranjeros que trabajaron con nuestro fútbol.
Ya en 1967 estuve con el equipo juvenil, y de ahí pasé a auxiliar el de mayores con Kim, con quien compartí un tiempo muy satisfactorio para nuestro deporte.
¿Siempre se ha dicho que una preparación realizada en 1969 en la República Democrática de Corea fue beneficiosa para logros posteriores?
Sí, esos seis meses fueron muy fructíferos, pues además de aportar al logro del título en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Panamá’70 fue punto de arranque y fortalecimiento de formación competitiva para un grupo de jugadores protagonistas de buenos resultados siguientes.
Varios de ellos llegaron hasta la medalla de plata en los Juegos Panamericanos de San Juan’79. Muchos alcanzaron alto nivel, que para mí es lo primordial. Los técnicos pueden ser buenos pero determinan los deportistas.
¿Esa labor le recompensó también?
Indudablemente fue de grandes resultados. Se competía mucho gracias al apoyo del INDER y yo disfrutaba ver que mejorábamos cada vez más.
Pero decidió irse.
En 1981 pasé a metodólogo de la comisión nacional porque nunca, mientras tenga fuerzas, me quiero separar de este deporte. Había otros entrenadores capaces de llegar a mejores niveles, así que no me preocupaba el relevo.
Nuevas funciones, viejas preocupaciones…
La labor en la comisión me permitía ver todas las competencias de las distintas categorías, ayudar a programarlas, buscar talentos, apoyar y opinar respecto a las selecciones en un tiempo en que celebré mucho las conquistas de otras medallas como el oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Santiago de los Caballeros’86.
Nunca le ha gustado hablar sobre un 11 ideal, ¿por qué?
Puedo hablar de grandes, Ramón Peñalver, Ángel Piedra, y otros muchos, y de numerosos con méritos en décadas siguientes, pero me declaro incompetente para elegir a ese número, no sé qué parámetro escoger para medirlos.
El fútbol es un deporte colectivo y sobre todo cada equipo debe tener organizadores y estar formado por elementos de distintas categorías, no de estrellas.
¿Qué distinguía la preparación de las primeras décadas de la Revolución?
A mi entender, la formación competitiva con que llegaban los muchachos era superior. Los entrenadores de base trabajaban más los aspectos de técnica y táctica individual. En las edades tempranas eso es determinante.
Ahora el fútbol cubano va retomando camino.
Bueno, la clasificación a la Copa Mundial sub-20 es un paso adelante en la arena internacional, porque debe recordarse que a Cuba hasta hace poco se le conocía en el área internacional por el futsal, que clasificó a cuatro mundiales entre 1996 y el 2008.
Desde 1991 con el sub-17 no teníamos esa satisfacción.
La ayuda de la FIFA desde 1999 y todos sus programas, junto a la participación en competencias de todas las edades ha ayudado a encaminar los pasos.
En ese mismo sentido han vuelto a resurgir con fuerza los certámenes locales, se ha mejorado el campeonato nacional, también entre niños y jóvenes, y lo que es muy importante, la masividad.
¿Eso será suficiente para vernos en una Copa Mundial de mayores?
Tenemos que seguir superándonos para llegar a niveles más altos. Cuando tú juegas con los mejores te desarrollas más, eso es una máxima, principalmente para los deportes colectivos.
reasons wives cheat on their husbands click I cheated on my husband risks of abortion pill click link
|
|